Cita a ciegas: el inicio secreto del romance del príncipe Harry y Meghan

Se trata de la historia de Meghan Markle y el príncipe Harry, una historia que empezó, como muchas otras, con una cita. Pero no una cita cualquiera. Fue una cita a ciegas, organizada por una amiga en común – cuya identidad sigue siendo un misterio, aunque la diseñadora Misha Nonoo es fuertemente mencionada en algunos círculos periodísticos – entre una actriz estadounidense conocida por su papel en Suits y uno de los solteros más codiciados del mundo.
“Solo pregunté: ‘¿Es amable?’”, reveló Meghan en una entrevista posterior, describiendo la poca información que tenía sobre su futuro esposo antes del encuentro. Una simple pregunta que reflejaba la naturalidad y la sencillez con la que se inició su relación, lejos de las formalidades protocolarias que rodean a la realeza británica.
El príncipe Harry, por su parte, ha descrito su impresión inicial en su libro Spare (2023): “Sabía que era especial desde la primera vez que la vi”. Una declaración que subraya la intensidad de la conexión inmediata entre ambos.
Después de una segunda cita al día siguiente, la pareja viajó a Botsuana. Allí, lejos del escrutinio mediático, acamparon durante varios días, un viaje que, según ambos, consolidó su vínculo. De una sencilla conversación, surgió una conexión profunda. Un año después, en noviembre de 2017, anunciaron su compromiso.
La boda real en el Castillo de Windsor, en mayo de 2018, fue un acontecimiento global. Sin embargo, la historia de Meghan y Harry, más allá de los fastos y la atención mundial, comenzó con una cita a ciegas, una conversación casual entre dos personas que se atrevieron a conocerse.
Desde su decisión de retirarse de sus funciones reales en 2020 y mudarse a Estados Unidos, su historia continúa. Pero el inicio, esa primera cita en Londres, permanece como un testimonio de la sencillez de un amor que desafió las expectativas y transformó la narrativa de la monarquía británica.