Itatí Cantoral regresa a la casa de su infancia: un viaje al pasado
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Yelitza EspinozaPara algunos, es una simple casa; para otros, un santuario de momentos inolvidables.
Itatí Cantoral, la reconocida actriz mexicana, experimentó precisamente eso. Acompañada de su hermano, José Cantoral Zucchi, volvió a la emblemática residencia familiar en Lindavista, la casa donde creció bajo el techo del maestro Roberto Cantoral. No fue una visita cualquiera; fue un reencuentro con la historia familiar, un recorrido por los rincones que atesoran décadas de vivencias.
Al entrar a la casa, Itatí se sumergió en un torrente de recuerdos. Cada habitación susurró anécdotas: la sala donde se celebraban las fiestas familiares, el comedor donde resonaban las conversaciones animadas, y la cocina, lugar central de la vida hogareña.
“Aquí mi mamá guardaba bajo llave todas las cosas deliciosas que comprábamos en el súper para cuando venía la gente importante, hasta caviares había aquí, champagnes, de todo tenía”, recordó Itatí, evocando las memorables reuniones donde se congregaban las figuras más destacadas del mundo del espectáculo.
Entre los objetos encontrados, un detalle especial llamó su atención: un cuatro en forma de corazón, un regalo que ella misma le había hecho a su madre en el Día de las Madres. Y, por supuesto, el espejo donde se vio por primera vez como novia: “Aquí mi mamá me besó cuando estaba vestida de novia… aquí”, comentó con evidente emoción, reflejando la profunda conexión con ese espacio.
Más allá de la nostalgia, la visita tuvo un propósito adicional. La emotiva reunión familiar precedió al concierto que José Cantoral ofrecerá en la Ciudad de México, un homenaje al legado musical de su padre, donde Itatí participará como invitada especial. El evento, una celebración del talento familiar y la memoria compartida, promete ser un momento memorable para los asistentes.
La casa de Lindavista, testigo silencioso de la vida de la familia Cantoral, permanece como un símbolo perdurable de un pasado lleno de música, amor y recuerdos imborrables.
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