Bad Bunny explica por qué su próxima gira no incluirá a Estados Unidos

El artista puertorriqueño Bad Bunny ha sorprendido a sus seguidores al anunciar que su próxima gira mundial, Debí Tirar Más Fotos World Tour, no incluirá presentaciones en Estados Unidos. En una entrevista con 'Variety', el cantante explicó que su decisión se debe a que el público estadounidense ya ha tenido múltiples oportunidades de verlo en vivo en los últimos años. “No es necesario”, declaró el artista, quien recordó que entre 2022 y 2024 realizó extensas giras por el país, consolidando su presencia en el mercado norteamericano con conciertos multitudinarios y gran éxito comercial.
Durante este periodo, Bad Bunny protagonizó giras como El Último Tour del Mundo, World’s Hottest Tour y Most Wanted Tour, con más de 30 fechas en ciudades clave como Nueva York, Los Ángeles y Miami, y recaudaciones millonarias. Por ello, el artista ha decidido centrar esta nueva etapa en países de Europa, Asia, Oceanía y América Latina, con el objetivo de diversificar su alcance y reencontrarse con públicos menos frecuentados. La gira también incluirá una residencia en el Coliseo de Puerto Rico, llamada *No Me Quiero Ir De Aquí*, un tributo a sus raíces y un gesto hacia la comunidad que lo vio crecer.
Este proyecto, con entradas reservadas inicialmente solo para residentes de la isla, busca no solo evitar la reventa especulativa, sino también generar un impacto económico positivo en Puerto Rico. El espectáculo está diseñado como una celebración cultural y social, en sintonía con el álbum que le da nombre a la gira, donde Bad Bunny explora sonidos tradicionales puertorriqueños como la plena y la salsa. Para el artista, este regreso a casa representa un capítulo de autenticidad y conexión emocional con su identidad.
Aunque Bad Bunny no ha señalado directamente factores políticos, algunos expertos señalan que las políticas migratorias implementadas durante el mandato de Donald Trump, como el aumento en tarifas de visado y los retrasos administrativos, han afectado notablemente a la industria de la música latina en EE. UU. Estas medidas han provocado cancelaciones de festivales, menor asistencia a conciertos y un clima de temor entre comunidades migrantes, que constituyen gran parte del público de artistas como Bad Bunny. Promotores y músicos han advertido sobre el impacto económico y cultural de este entorno restrictivo, que también podría haber influido indirectamente en la decisión del cantante.