Según documentos judiciales obtenidos por Variety, Lauren Pisciotta, exasistente personal y jefa de operaciones de las empresas de Kanye West entre 2021 y 2022, amplió su demanda inicial con revelaciones escalofriantes. La denuncia, presentada en un tribunal de California, detalla un "patrón sistemático de abuso sexual y psicológico" durante su empleo.
Entre los alegatos más impactantes:
- Agresión sexual no consentida en múltiples ocasiones, incluyendo un presunto acto de violencia oral
- Exigencias recurrentes de participar en encuentros sexuales con terceras personas
- Manipulación profesional mediante "promesas fraudulentas de ascenso" a cambio de favores sexuales
La demanda describe un ambiente laboral degradante donde, según Pisciotta, West:
- Comentaba obscenamente sobre su cuerpo
- Exigía que vistiera ropa ajustada
- La obligaba a presenciar actos sexuales con otras mujeres
Lo más inquietante: el presunto
acoso continuó tras su despido en octubre de 2022. Pisciotta alega que West se mudó intencionalmente a su mismo complejo residencial y, cuando ella huyó a Florida, comenzó a
"reportar falsas emergencias" a su domicilio.
El equipo legal del rapero, que en 2024 calificó las primeras acusaciones como "infundadas", no se ha pronunciado sobre estas nuevas imputaciones que incluyen:
- Tráfico sexual
- Agresión física
- Infligir angustia emocional intencional
Este caso ocurre en paralelo al reciente juicio contra
Sean "Diddy" Combs, donde West apareció como espectador. Las similitudes entre ambos procesos judiciales están generando preguntas incómodas sobre la cultura detrás del
hip-hop de élite.
Pisciotta busca ahora un juicio con jurado para reclamar daños económicos y punitivos, calculados en millones por pérdidas pasadas y futuras. Mientras tanto, la industria observa con atención cómo se desarrolla este nuevo capítulo judicial que podría tener repercusiones más allá del ámbito musical.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest