El primero en la lista es Roberto Gómez Fernández, quien decidió seguir los pasos de su padre, aunque desde la trastienda. "Mi papá era un genio, pero también un hombre de familia", confesó en una entrevista para TVyNovelas. Hoy, es el custodio del legado cómico más querido de Latinoamérica, produciendo desde adaptaciones animadas hasta proyectos que mantienen vivos a los personajes que hicieron reír a generaciones.
- Graciela Gómez Fernández: Psicóloga de formación, ha preferido el silencio de los consultorios al bullicio de los sets. Sin embargo, en sus contadas apariciones públicas, revela anécdotas íntimas del creador del Chavo.
- Marcela y Paulina Gómez Fernández: Ambas han coqueteado con la producción, pero sin buscar protagonismo. Paulina, en particular, ha colaborado en exposiciones que exploran el impacto cultural de su padre.
- Teresa y Cecilia Gómez Fernández: Las más herméticas del clan. Cecilia, según fuentes cercanas, trabaja en diseño gráfico, mientras que Teresa ha incursionado en pintura—ambas lejos del escrutinio mediático.
Curiosamente, ninguno repitió la fórmula de éxito frente a las cámaras.
"No era presión, era inspiración", comentó Roberto hijo durante el lanzamiento de la bioserie
Chespirito: El hombre detrás del mito. Mientras las repeticiones de sus programas siguen rompiendo récords de audiencia, los
Gómez Fernández demuestran que el talento puede tomar caminos inesperados.
Lo que sí comparten todos es un archivo personal de recuerdos: guiones manuscritos, chistes que nunca se grabaron y fotos inéditas de un padre que, entre toma y toma, siempre tuvo tiempo para llevarlos a comer tacos los domingos.
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