Aislinn Derbez revela el costo emocional de crecer bajo la sombra de Eugenio

En una revelación íntima, Aislinn Derbez describió cómo la popularidad de su padre, Eugenio Derbez, moldeó su infancia bajo una dinámica poco convencional. "Si estábamos en un restaurante tres horas, las tres horas eran dar fotos y no cruzar una palabra con él", confesó la actriz. La escena se repetía: una fila de admiradores serpentando entre las mesas, libretas en mano, mientras los alimentos perdían temperatura.

Los detalles que compartió pintan un cuadro crudo:

• Autógrafos vs. selfies: La era predigital alargaba los encuentros. "Todo era autógrafo, entonces tardaba el triple".
• El ritual: Las comidas en espacios públicos implicaban que los hijos compartieran su mesa —literalmente— con desconocidos.
• La paradoja: Mientras Eugenio brillaba por su accesibilidad, sus hijos aprendían a navegar el silencio en medio del bullicio.

Aislinn no ocultó su admiración por la dedicación paterna hacia los fans, pero dejó claro que el precio emocional fue alto. La convivencia familiar quedaba relegada a los intersticios del tiempo que los admiradores no reclamaban. Sin reproches, pero con una nitidez que resuena en quienes crecieron bajo la sombra de un fenómeno cultural.

Hoy, desde su propia carrera actoral, la también protagonista de La Casa de las Flores reconstruye aquellos años con una mezcla de comprensión y nostalgia. La fama, parece sugerir, no solo regala aplausos: también exige sacrificios invisibles.

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