Mientras promocionaba su nueva película The Smashing Machine, el actor de 53 años confesó que su relación con su padre, el legendario luchador Rocky "Soulman" Johnson, estuvo marcada por la distancia emocional. "No creo que mi padre fuera una inspiración en términos de ternura", admitió con una mezcla de nostalgia y crudeza. "Para cuando tenía 13 años ya era un niño de la calle. Su capacidad para amar era muy limitada… y ese fue el hombre que me crió".
Los detalles que compartió pintan un cuadro complejo:
- Su último contacto fue una pelea telefónica masiva en Nochebuena de 2019
- Rocky falleció en enero de 2020 sin que hubieran reconciliación
- La causa de muerte: émbolo pulmonar derivado de trombosis venosa
En un post de Instagram meses después, Johnson escribió:
"Ojalá pudiera abrazarlo una vez más... decirle 'Estamos bien'. Esa m#erda por la que discutíamos no importa cuando se han ido". La reflexión llegó tarde: cuando recibió la noticia durante los preparativos de
Red Notice, solo tuvo seis días para escribir el elogio fúnebre.
Entre líneas, el exluchador dejó entrever que heredó más que el físico imponente de su progenitor:
- Disciplina férrea y ética de trabajo inquebrantable
- Lecciones aprendidas "por las malas" sobre lo que no repetir
- La comprensión tardía de que "incluso con capacidad limitada, me amó con todo lo que tenía"
El peso de la herencia emocional quedó suspendido en el aire veneciano, junto al reconocimiento póstumo que hizo volar hacia el cielo:
"Feliz aniversario, Soulman. Gracias por las lecciones". Una despedida que, como su relación, encontró paz en la ambivalencia.
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