El escándalo mediático escaló rápidamente cuando The Daily Beast aseguró que el niño de 6 años ya estaba inscrito en Eton College, el exclusivo internado donde Harry estudió y donde se espera que el príncipe George, hijo de William y Kate, inicie clases próximamente.
Sin embargo, fuentes cercanas a la familia Sussex han desmentido categóricamente estos reportes. A través de un comunicado oficial a la revista People, el portavoz del príncipe Harry fue contundente: "Puedo confirmar que el duque de Sussex no ha inscrito a su hijo en Eton, y no tiene planes de enviarlo allí". La declaración pone fin a semanas de especulaciones, aunque deja abierta la puerta a futuras visitas de los niños a territorio británico.
Detrás de esta polémica hay varios elementos clave:
- La nostalgia de Harry: Durante su última visita al Reino Unido, el duque mantuvo un emotivo encuentro con su amiga Joss Stone, donde confesó extrañar su tierra natal.
- El factor seguridad: Fuentes cercanas sugieren que California ofrece un entorno más controlado para la crianza de los niños, lejos del acoso mediático que sufrirían en instituciones británicas.
- La sombra de la reconciliación familiar: Expertos en la realeza señalan que cualquier decisión educativa podría interpretarse como un acercamiento o distanciamiento definitivo de la corona.
Mientras tanto, en Montecito, la vida de los Sussex sigue su curso. Archie y Lilibet asisten a una prestigiosa escuela privada que privilegia el aprendizaje bilingüe y métodos pedagógicos alternativos, muy distintos al rígido sistema de los internados británicos. Aunque Harry no descarta que sus hijos conozcan su herencia cultural, por ahora parece claro que su futuro académico se escribirá lejos de los muros que vieron crecer a su padre.
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