Anahí Allué vence al cáncer de mama y revela su batalla íntima

Mientras el público la veía brillar en escenarios como Cabaret, ella libraba una guerra íntima contra un enemigo invisible.
Hace apenas tres meses, en una confesión cruda y valiente, Allué reveló lo que había guardado bajo llave: "El diagnóstico llegó como un golpe bajo. El cáncer de mama no avisa, no negocia", compartió entonces con un tono que mezclaba vulnerabilidad y determinación. Lo que siguió fue un camino de quimioterapias, pérdida de cabello y noches de incertidumbre.
La cirugía que marcó un antes y después
Detrás de esta victoria hay nombres propios. Pablo Villa, su pareja, se convirtió en su columna vertebral durante el proceso: "Jamás me soltó la mano, ni en los días más oscuros", reveló Allué con la voz quebrada. Juntos enfrentaron lo que ella describe como "el miedo más primitivo: ese que te hace pensar en la mortalidad".
Hoy, con el cabello creciendo rebelde y esa chispa característica de vuelta en los ojos, la actriz de El juego de las llaves y La rosa de Guadalupe se redefine: "Soy como el ave fénix, pero con más historias que contar". Entre sus planes inmediatos está regresar a los escenarios, esos que durante décadas han sido su segundo hogar.
El camino no fue fácil, pero hoy puede decir algo que merece ser gritado: ganó. No solo al cáncer, sino al miedo, a la duda y a ese silencio que durante meses la acompañó. La Anahí que mira al espejo hoy es distinta, pero, como ella misma admite, "más fuerte de lo que jamás imaginó".