México
El mayor error de la empresa de la manzana fue no haber creado su propia aplicación de mapas antes.
Sin saberlo, durante años he estado alimentado con información geográfica la base de datos cartográficos de Google; cuando buscaba direcciones, compartía mi ubicación, revisaba los congestionamientos de tráfico en Google Maps.
Google, por su parte, ha estado desguazando esos datos buscando cada pepita de inteligencia que sus ordenadores pueden extraer. Sin ser un voluntario consiente, he estado participando en un ingente experimento de crowdsourcing (colaboración masiva), quizás el más grande que el mundo haya visto. ¿Quién sabe cuántas cosas le hubiera podido enseñar a Google Maps si hubiera navegado la superficie del planeta con un teléfono Android en mi bolsillo?
Apple, al construir su aplicación Maps para iPhone sobre la base de datos cartográficos de Google, ha sido cómplice en este hercúleo ejercicio de recolección de datos desde el lanzamiento de su primer iPhone en 2007.
Los célebre vehículos de Google que se desplazan por los caminos del mundo recogiendo imágenes para Street View reciben la mayor atención, pero en realidad son los millones y millones de datos suministrados por cientos de millones de usuarios los que hacen que Google Maps luzca tan inteligente, y que la nueva aplicación de mapas de iOS 6 nos parezca tan ridículamente estúpida.
En el artículo publicado el sábado en el New York Times, el columnista Joe Nacera se pregunta: “Si Steve Jobs estuviera vivo, ¿sería tan absolutamente desastrosa la nueva aplicación de mapas en el iPhone 5? Interesante pregunta, ¿verdad?”.
Pues no, no es una pregunta interesante. Es el cliché más común en la era post-Jobs.
Además, la decisión de no usar más la base de datos de mapas de Google al final de lo que probablemente fue un contrato de cinco años tuvo que haberse tomado mientras Jobs dirigía la compañía.
“No hacer su propia aplicación Maps hubiera sido un error todavía mayor”, comenta Horace Dediu de Asymco, quien abordó el tema a profundidad en su podcast Critical Path de la semana pasada. “El error fue no haberse metido en los mapas antes, que estaban bajo la supervisión de Jobs. Nokia lo vio muy claro hace años, y desembolsó 8,000 millones de dólares para atajar el problema.