México
El software opera de forma muy diferente a las versiones anteriores.
Una semana antes de la presentación de Windows 8 de Microsoft, a los consumidores les espera una sorpresa. Windows, utilizado de una forma u otra por toda una generación, tendrá un formato completamente distinto que obligará a los usuarios a aprender nuevos modos de operar.
Microsoft rompe violentamente con el pasado para mantenerse relevante en un mundo en el que los teléfonos multiusos y las tabletas han erosionado el dominio de tres décadas de las computadoras personales. Windows 8 se propone vincular entre sí las computadoras personales de Microsoft, las tabletas y los programas de sus teléfonos. Pero a juzgar por las reacciones de algunas personas que han probado la versión, es una medida que podría confundir y alienar a los clientes.
Tony Roos, un misionero estadounidense en París, instaló una versión gratuita anticipada de Windows 8 en su vieja portátil para ver si el nuevo sistema operativo le daría mayor velocidad y respuesta. No fue así, dijo, y se dio cuenta pronto de que operar con el nuevo sistema requiere olvidarse mucho de lo que había aprendido sobre Windows.
“Era muy difícil acostumbrarse”, afirmó. “Tengo hijos de 8 y de 10 años, y nunca se acostumbraron. Decían ‘Preferimos usar la computadora de mami’’’.
Windows 8 es la mayor revisión del sistema operativo de Microsoft desde que presentó Windows 95 con bombos y platillos hace 17 años.
En definitiva, Windows creció hasta convertirse en un negocio de 14,000 millones de dólares anuales y durante un tiempo hizo del exdirector ejecutivo Bill Gates el hombre más rico del mundo. Ahora, debido a los teléfonos multiusos y las tabletas, la industria de las computadoras personales está declinando. Las compañías de computadoras están desesperadas por producir algo que vuelva a levantar las ventas.