ROMA, ITA
El Papa pide no someter a la salud humana a las leyes del mercado.
La salud no es una simple mercancía ni debe convertirse en un bien reservado a unos pocos, ligado a las leyes del mercado, advirtió hoy el Papa al recibir en El Vaticano a trabajadores sanitarios de diversas partes del mundo. El obispo de Roma se dirigió en estos términos a los participantes en la XXVII Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud de la Santa Sede que abordó, en los últimos días, el tema: “El hospital, lugar de evangelización: misión humana y espiritual”. “Hospitales y estructuras de asistencia deben repensar el propio rol para evitar que la salud, antes de un bien universal a asegurar y defender, se convierta en una simple mercancía sometida a las leyes del mercado, por lo tanto reservada a pocos”, dijo. Pidió que nunca se olvide en ámbito sanitario la atención particular que se le debe a la dignidad de las personas que sufren, ayudándolas con solidaridad pero también con subsidiariedad. Según Benedicto XVI por un lado el progreso técnico-científico aumenta la capacidad de sanar físicamente a quien está enfermo, pero por otro parece debilitarse la capacidad de hacerse cargo de los sufrientes, considerando su integralidad y unidad. “Parecen entonces ofuscarse los horizontes éticos de la ciencia médica, que corre el riesgo de olvidar cómo su vocación sea servir a cada hombre y todo el hombre, en las diversas fases de su existencia”, indicó.