Imágenes satelitales analizadas por la agencia Associated Press revelan la magnitud del impacto en el Centro Espacial Shahroud, operado por la Guardia Revolucionaria de Irán, una fuerza paramilitar que ha estado desarrollando un programa espacial propio. La base, ubicada a unos 370 kilómetros al noreste de la capital iraní, Teherán, alberga un programa de misiles balísticos, así como operaciones de lanzamiento de cohetes espaciales.
Las fotos tomadas el martes por la mañana muestran la destrucción de un edificio central de gran tamaño, dejando a su paso un esqueleto de metal que se alza sobre la base. El área está rodeada de vehículos, presumiblemente de funcionarios que inspeccionan los daños. Se observa un aumento inusual en el número de vehículos estacionados en la entrada principal del centro.
El análisis de las imágenes sugiere que el ataque israelí incluyó varios impactos precisos en la base, lo que se deduce del daño evidente en diversas estructuras, entre ellas tres edificios pequeños al sur del principal y un hangar al noreste. Los expertos creen que el edificio central era crucial para las operaciones de mezcla y fundición de propulsores sólidos para los misiles, mientras que las cajas grandes adyacentes podrían haber contenido motores de misiles.
La base en Shahroud, junto con otras instalaciones militares en Irán, se ha convertido en un punto de inflexión en la escalada de tensión. Si bien Irán no ha reconocido oficialmente el ataque, el alcance del daño sugiere un golpe directo a su arsenal militar, especialmente a su programa de misiles balísticos.
La pregunta ahora es cómo responderá Irán a estos ataques. La situación sigue siendo incierta y se espera que las tensiones en la región se intensifiquen a medida que ambos países evalúan los daños y las implicaciones de los recientes acontecimientos.