Bagdad, irak
Muchos de los ataques fueron perpetrados por una rama de al-Qaida según fuentes.
Ataques con artefactos explosivos a una mezquita chií y otra suní dejaron 26 muertos en Irak, en el más reciente episodio mortífero que empeora el temor de un retorno a generalizada violencia sectaria, dijeron el miércoles las autoridades.
Se cree que muchos de los ataques contra los chiíes son perpetrados por una rama de al-Qaida en el país, donde se registró una ola de explosiones en la víspera, en la que 58 personas perdieron la vida. Se informó que los ataques fueron realizados en nombre de los “suníes oprimidos”, lo que deja entrever que el grupo trata de aprovechar las quejas de los suníes de que son tratados como ciudadanos de segunda categoría por el gobierno dominado por los chiíes.
Son raros los ataques contra los civiles suníes, pero se han incrementado las acciones de violencia que han dejado 3.000 muertos desde abril. Más de 730 personas han muerto en acciones violentas solo en julio, según un conteo de Associated Press, mientras que 563 personas han muerto desde que comenzó el mes sagrado del Ramadán.
El miércoles, un grupo de pistoleros a bordo de un vehículo pasó por una calle comercial en el distrito Ur, de mayoría chií, y abrió fuego, al parecer al azar, matando a cinco transeúntes e hiriendo a otros nueve, dijo un funcionario policial. En Nahrawan, un suburbio del sureste, asimismo de mayoría chií, pistoleros acribillaron a trabajadores agrícolas desde una camioneta descubierta, matando a dos e hiriendo a otros tres, dijo un funcionario policial.
Por la tarde, hombres armados mataron a cinco soldados de franco en otro ataque desde un vehículo en marcha cerca de la ciudad de Mosul, 360 kilómetros (225 millas) al noroeste de Bagdad. La policía dijo que los soldados se dirigían a su base cuando fueron atacados.
Asimismo, la policía dijo que tres combatientes suníes contra al-Qaida fueron asesinados cuando hombres armados dispararon desde un vehículo en marcha a su puesto de control cerca de Hawija, 240 kilómetros (150 millas) al norte de Bagdad.
Los combatientes suníes eran miembros de un grupo miliciano conocido como Sahwa, que se unieron a las tropas estadounidenses en la guerra contra al-Qaida en el peor momento de la guerra de Irak. Desde entonces, se han convertido en blanco de los insurgentes suníes que los consideran traidores.
El martes por la noche, un atacante suicida activó sus explosivos contra los fieles chiíes mientras iban saliendo de la mezquita Assad Alá, en el suburbio de Hussainya de la capital iraquí. Siete personas fallecieron y 11 resultaron heridas en ese ataque, dijeron funcionarios policiales.
En tanto, en el oeste de Bagdad, una bomba colocada cerca de una mezquita suní dejó dos creyentes muertos, también el martes por la noche.
Servicios médicos confirmaron la cifra de muertos en ambos ataques. Todos los oficiales hablaron con la condición del anonimato.