Quebec, Can.
Las temperaturas heladas han obstaculizado las tareas de rescate dentro del lugar.
Los investigadores revisaban los escombros congelados de un hogar para ancianos en Quebec para identificar más víctimas de un incendio que dejó ocho muertos y 30 desaparecidos en lo que ahora parece un macabro palacio de hielo en ruinas.
El primer ministro Stephen Harper dijo que hay pocas dudas de que la cifra de muertos aumentará por la tragedia en L’Isle-Verte.
Mientras las cuadrillas usaban vapor para derretir la gruesa capa de hielo que cubre los escombros, Marc-Henri Saindon espera por la recuperación del cuerpo de su madre.
El viernes todavía estaba bajo investigación la causa del incendio que arrasó el edificio de tres pisos el jueves, y la policía pidió al público cualquier video o fotos que puedan dar pistas.
Equipos de búsqueda integrados por la policía, bomberos y especialistas de Medicina Legal recorrían metódicamente los escombros, trabajando en turnos en medio del fuerte frío unos 225 kilómetros al noreste de Quebec. Por la tarde la temperatura era de -16 C (3 F).
La cifra de fallecidos confirmados aumentó a ocho con el descubrimiento de otros tres cadáveres.
El primer ministro Stephen Harper dijo que hay pocas dudas de que la cifra de muertos aumentará por la tragedia en L’Isle-Verte, en el este de Quebec, donde las temperaturas heladas han obstaculizado las tareas de rescate.
El teniente Guy Lapointe, de la policía provincial de Quebec, dijo que los equipos de investigadores suspendieron las labores durante la noche y que la reanudarán el sábado por la mañana, explicando que las autoridades decidieron darles el receso por el brutal frío y la dificultad de la tarea
La tragedia ha provocado tan reacción en el pequeño poblado de mil 500 personas que las autoridades han enviado a sicólogos puerta por puerta.
Los testigos contaron historias escalofriantes. La mayoría de los habitantes del hogar nunca tuvo oportunidad de escapar ya que muchos tenían más de 85 años, usaban silla de ruedas o bastón y algunos padecían del mal de Alzhéimer.
Pascal Fillion dijo haber visto a algunos usar una escalera en un intento por rescatar a un hombre acorralado en un balcón del tercer piso. El hombre pedía auxilio hasta que se precipitó al vacío envuelto en llamas.