Washington, DC
El presidente Barack Obama se proclamó “campeón” por una reforma migratoria, en respuesta a las críticas por la cifra récord de deportaciones de indocumentados durante su mandato y, en particular, a la líder hispana que lo tachó de “líder deportador”.
Yo soy el campeón de la reforma de inmigración”, sostuvo Obama durante un foro en el Newseum de Washington, organizado para promover la inscripción de latinos en los nuevos seguros médicos de la ley de salud.
El mandatario respondió así a una de las líderes hispanas más importantes del país, la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, quien el martes pasado tachó a Obama de “deportador en jefe” por el número récord de deportaciones de indocumentados durante su mandato.
“Nosotros lo consideramos el presidente de la deportación, o el deportador en jefe (‘deporter-in-chief’)”, sentenció Murguía en uno de los días más importantes para su asociación: la entrega de sus premios anuales “Capital”.
Cuestionado ayer por la cifra récord de deportaciones de indocumentados durante su mandato, que está cercana a los dos millones, Obama reiteró que mientras el Congreso no actúe para reformar el sistema de inmigración él no tiene la capacidad de frenar esas expulsiones.
No puedo ignorar las leyes”, se defendió Obama al recordar que ya usó su poder ejecutivo para suspender temporalmente las deportaciones de los “dreamers”.
Obama sugirió recientemente que podría aceptar un acuerdo sobre la reforma migratoria que no incluya una vía especial a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados siempre y cuando, una vez legalizado su estatus, puedan optar a ella por los caminos usuales.