Caracas, ven
La Fiscalía anuncia la puesta en libertad de la mayoría de los 243 arrestados el jueves pasado.
La Fiscalía de Venezuela dijo el domingo que liberó a la mayoría de los 243 jóvenes detenidos cuando acampaban en plazas y calles de Caracas en protesta contra el Gobierno socialista de Nicolás Maduro, en una redada que fue criticada por la ONU.
El desmantelamiento de cuatro campamentos en zonas de clase media de la capital y los arrestos de manifestantes han reavivado las protestas que sacuden desde febrero a la nación petrolera.
Según un comunicado de la Fiscalía, ocho de los detenidos en la redada contra los campamentos fueron trasladados a una cárcel en el centro de Caracas y tres a los calabozos del servicio de inteligencia por delitos como “porte ilícito de arma de fuego”, “incitación a la desobediencia”, “daños violentos a la propiedad” y “agavillamiento” o asociación para delinquir.
Desde principios de febrero miles de venezolanos han salido a las calles para protestar por la inflación que roza el 60 por ciento anual, el desabastecimiento de productos básicos como la leche y el papel higiénico y la delincuencia que, según la ONU, convirtió a Venezuela en el segundo país más violento del mundo.
Los manifestantes culpan del deterioro de la calidad de vida a Maduro, elegido hace un año por estrecho margen tras la muerte, por cáncer, de su mentor Hugo Chávez.
Las protestas han dejado 42 muertos, unos 800 heridos y 2 mil 800 detenidos, 161 de los cuales permanecen tras las rejas.
Maduro jura que las protestas buscan desbancarlo, siguiendo el libreto de un golpe de Estado que alejó brevemente del poder a Chávez en el 2002.
La redada contra los campamentos llevó al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos a criticar el uso excesivo de la fuerza por parte del Gobierno, y contribuyó también a resucitar las protestas, que habían perdido intensidad en el último mes.
El sábado, miles de opositores marcharon por Caracas, en una jornada que terminó, como es habitual, con enfrentamientos entre jóvenes encapuchados armados con piedras y bombas molotov y policías antimotines que los dispersaron con gases lacrimógenos.
La pero ola de manifestaciones no parece, sin embargo, amenazar al Gobierno del mayor exportador de crudo de Sudamérica.
Organizaciones no gubernamentales han denunciado violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad y legisladores estadunidenses pidieron sanciones a funcionarios venezolanos por su actuación en los disturbios, algo que Maduro calificó como una “estupidez”.
Protestas en Caracas
Varias decenas de manifestantes, que intentaron bloquear algunas vías del este de la capital, se enfrentaron este lunes con piedras, botellas y otros objetos contundentes a guardias nacionales y policías que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar la protesta callejera.
Durante una caminata que realizaron opositores para conmemorar tres meses de protestas callejeras en el país, decenas de manifestantes, algunos con los rostros cubiertos con telas y máscaras de Anonymous, intentaron bloquear una autopista y una avenida en el este de Caracas, lo que llevó a centenares de guardias nacionales y policías, con equipos antimotines, a emplear gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos.
Los manifestantes respondieron a la acción de los cuerpos de seguridad lanzándoles piedras, botellas y devolviéndoles algunas de las bombas lacrimógenas que les enviaban las autoridades.
En medio de la protesta algunos manifestantes trataron de incendiar un gran camión blanco de carga que estaba en la entrada de un supermercado estatal, y formaron barricadas de desechos a las que les prendieron fuego. Decenas de guardias nacionales, montados en motocicletas, ingresaron a gran velocidad a la urbanización de Las Mercedes, en el este de Caracas, para detener a los manifestantes.