Teherán, Ira.
Diez reos condenados a muerte en Irán por narcotráfico fueron ahorcados en la prisión central de la provincia de Kerman, informó la agencia de noticias Fars, cercana a los Guardianes de la Revolución.
Uno de los condenados, identificado como H.A., fue castigado con la pena capital por vender 400 kilos de heroína y otros cuatro de crack y por participar en el transporte de 300 kilos de heroína, mientras que otro de los ejecutados, con iniciales K.Sh., participó en el transporte de cerca de 50 kilos de crack y 300 de heroína.
También los demás condenados fueron ejecutados por delitos relacionados con el narcotráfico.
Irán comparte 936 kilómetros de frontera con Afganistán, el principal productor del mundo de amapola blanca, de la que se extrae el opio con el que se elaboran la heroína y morfina, mucha de la cual entra en el país también a través de los 700 kilómetros de frontera con Pakistán.
Según datos del Gobierno iraní y la ONU, Irán es el país que mayor cantidad de opiáceos decomisa en el mundo, con el 41 por ciento del total.
Las sentencias en Irán por tráfico de drogas son muy duras y es común que se imponga la pena de muerte.
Según el Centro de Documentación de Derechos Humanos de Irán, una organización con sede en Estados Unidos, en 2013 fueron ejecutadas en el país 624 personas y, en lo que va de 2014, ya han sido ejecutadas más de un centenar, la mayoría por delitos de narcotráfico.