Washington, DC
Los misiles que hay en Ucrania fueron vendidos por gobierno que lidera Vladimir Putin.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos tienen pruebas que indican que los separatistas rusos en el este de Ucrania fue armados por Rusia con sofisticados lanzadores de misiles tierra-aire y otros equipos, como tanques, lo que hace creer que Moscú fue la fuente del arma que derribó el vuelo MH17 de Malaysia Airlines.
Funcionarios estadunidenses dijeron que se cree que Rusia dio a los rebeldes varios sistemas antiaéreos SA-11, y que dichos sistemas fueron movidos de regreso a suelo ruso luego de que el Boeing 777 de Malaysia Airlines fue derribado.
Esto último habría sido un intento de los rebeldes y del Ejército ruso por ocultar evidencia, según un alto funcionario estadunidense.
El viernes por la noche se dio a conocer un video tomado en el este de Ucrania donde se muestra una batería antiaérea, a la cual le faltaba uno de sus cuatro misiles, siendo movida de regreso a Rusia.
Hasta ahora Moscú sigue negando que les haya facilitado armas a los rebeldes, a pesar de la evidencia que muestra lo contrario facilitada tanto por el gobierno ucraniano como por el estadunidense.
Sabemos que hay tropas rusas dentro de Ucrania”, dijo un funcionario estadunidense. “Tropas rusas, equipo ruso”.
La desclasificación de información de inteligencia realizada por Estados Unidos y Ucrania revela el alto grado de coordinación que existe entre el Kremlin y los separatistas.
Aunque el presidente ruso Vladimir Putin ha expresado sus condolencias a las familias de los pasajeros del vuelo MH17, hizo responsable al gobierno ucraniano al no permitir que hubiera paz en sus provincias del este.
Hasta ahora ningún experto investigador ha tenido acceso al sitio rural donde se estrelló el vuelo MH17 el pasado jueves, por lo que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos y otras agencias europeas han tenido que recurrir a interceptores de comunicaciones electrónicas así como a satélites espías para encontrar las causas del desastre.
La comunidad de inteligencia cree que un sistema antiaéreo Buk-M1, también conocido como SA-11 por la OTAN, fue el arma utilizada para derribar el avión que volaba con casi 300 personas de Ámsterdam a Kuala Lumpur.
Los primeros reportes de que los rebeldes tenían sistemas Buk-M1 se conocieron el pasado 29 de junio cuando los separatistas tomaron una base ucraniana.