Sycamore, Ill.
Jack McCullogh, de 76, preso por matar a una niña en 1957.
Un exguardia de seguridad condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1957 de una niña de 7 años declaró su inocencia en una emotiva declaración y pidió a un juez que sopese su solicitud de libertad lo más pronto posible, refiriéndose a la revisión crítica que hizo un fiscal sobre la pesquisa que lo envió a la cárcel.
Esposado de manos y pies, Jack McCullough, de 76 años, habló desde el banquillo de los acusados, cuando quedó claro que el juez —aunque acordó el inicio de un proceso que podría invalidar la condena y conducir a un nuevo juicio — iba a aplazar la audiencia de 20 minutos sin liberar al acusado.
“Su señoría, he estado encerrado en prisión casi cinco años. Soy inocente, y puedo demostrar que soy inocente”, dijo McCullough con voz tenue detrás del banquillo de los acusados, evidentemente decepcionado. “En algún lugar debe haber un final a todo esto”.
La hijastra de McCullough dijo que sabía por las cartas recientes que él le había enviado y por su actitud en la corte que él creía que el juez podría ordenar su libertad inmediata.
“Pensaba que se iría a casa”, dijo Janey O’Connor tras la audiencia.
McCullough fue arrestado en 2011 en el estado de Washington y declarado culpable en 2012 en Illinois por el asesinato de Maria Ridulph, su vecina en la comunidad de Sycamore. La víctima fue secuestrada mientras jugaba en la nieve la tarde del 3 de diciembre de 1957.
Los fiscales argumentan que McCullough estranguló y la apuñaló a muerte y luego se deshizo del cadáver en un bosque. Es uno de los casos más antiguos en la historia del país que va a juicio.