El gobernador de Virginia y dos senadores exhortaron el jueves al presidente Donald Trump a que responda al brote más grave de coronavirus que se haya registrado en el interior de un centro de detención de migrantes, situación que calificaron de “calamitosa”.
La autoridad de inmigración y aduanas ICE dijo que se vigila a 262 inmigrantes indocumentados en el Centro de Detención de Farmville, que es privado, desde que dieron positivo para COVID-19, informó el diario Washington Post el miércoles.
Defensores de los inmigrantes han dicho que el centro es un “polvorín” de contagios y el gobernador Ralph Northam, además de los senadores Tim Kaine y Mark Warner, todos demócratas, han pedido a Trump que envíe a funcionarios de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) a ayudar a contener el brote.
El brote representa “un riesgo evidente para los individuos dentro de las instalaciones, pero también para la población en general ya que el personal y los detenidos liberados tienen interacción con el público”, escribieron Kaine y Warner en un comunicado.
Una demanda presentada por los grupos defensores de los inmigrantes atribuye el brote a los dormitorios atestados y la escasez de tests.
La instalación es regentada por la empresa Immigration Centers of America con sede en Richmond. La vocera de Northam, Alena Yarmosky, dijo al Post que el CDC está dispuesto a intervenir. Los funcionarios del organismo no respondieron a los pedidos de declaraciones del periódico.
Según el Departamento de Salud de Virginia, siete detenidos que padecían el virus fueron hospitalizados, y todos menos uno, regresaron al centro.
Immigration Centers of America remitió las preguntas del Post a ICE. La agencia federal dijo que la mayoría de los que dieron positivo eran asintomáticos y recibieron la “atención médica adecuada”.
Con información de Ap.