El proyecto de ley deroga las disposiciones de las leyes "que impiden que los estadunidenses hagan negocios en Cuba, pero mantiene vigentes las leyes que abordan los derechos humanos.
Washington
Cinco senadores demócratas y republicanos estadunidenses presentaron un proyecto de ley para levantar el embargo comercial contra Cuba, que mantendría las disposiciones sobre los derechos humanos en la isla, según un comunicado difundido este lunes.
Impulsado por los demócratas Amy Klobuchar, Chris Murphy y Elizabeth Warren y los republicanos Jerry Moran y Roger Marshall, el proyecto de ley "crearía nuevas oportunidades económicas para las empresas y los agricultores estadunidenses al impulsar las exportaciones" y "permitir a los cubanos un mayor acceso a los productos", señalan en el comunicado. Para ser aprobado, el texto necesitaría el visto bueno de la Cámara de Representantes y del Senado.
El proyecto de ley deroga las disposiciones de las leyes "que impiden que los estadunidenses hagan negocios en Cuba, pero mantiene vigentes las leyes que abordan los derechos humanos o las reclamaciones de propiedad contra el gobierno cubano", señalan.
Para la senadora Klobuchar se trata de "pasar página a la fallida política de aislamiento". Impuesto en 1962 en plena Guerra Fría por el entonces presidente estadunidense John F. Kennedy, el bloqueo se ha recrudecido progresivamente para asfixiar al régimen comunista.
Una normalización de relaciones con la isla comunista no parece estar en la agenda del presidente demócrata Joe Biden. Washington no solo mantuvo a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, sino que la incluyó en otra de naciones que no respetan la libertad religiosa.
Un levantamiento del embargo genera división en el Partido Demócrata y rechazo por parte de la mayoría de los republicanos. Pero Moran estima que el embargo impide "vender en un mercado a solo 90 millas" de la costa (unos 144 kilómetros), mientras que la competencia extranjera "se beneficia" de ello.
Cuba depende de las importaciones agrícolas para alimentar a sus 11 millones de habitantes y a los turistas que la visitan (4 millones en 2019, antes de la pandemia). La economía cubana acusa el golpe de la inflación, el impacto de la pandemia y el reforzamiento de las sanciones de Estados Unidos bajo el gobierno del republicano Donald Trump, apenas suavizadas por su sucesor, Joe Biden.