CDMX
La constante innovación en la industria tecnológica provoca que uno de los principales retos que enfrenta el gobierno en México, así como otros en el resto del mundo, sea establecer una regulación que permita que las nuevas tecnologías sigan avanzando y, al mismo tiempo, proteja a la población en su privacidad, convivencia social, empleo y seguridad de sus datos.
Durante los últimos meses dos tecnologías han provocado que las autoridades regulatorias alrededor del globo comiencen a evaluar la necesidad de establecer reglas claras, se trata de la inteligencia artificial (IA) y las redes sociales.
En el caso de México se trata de un momento clave considerando que el número de personas que usan internet sigue creciendo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, existen cerca de 93.1 millones de internautas mayores de seis años en México que representa un aumento de nueve puntos porcentuales con respecto a 2019.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El rápido desarrollo de la inteligencia artificial está poniendo en aprietos a las empresas, gobiernos y a la población en general, ya que cada vez es más difícil determinar si una imagen, video, audio o hasta un documento es real o fue generado con esta tecnología.
Ante esto, el legislador Ignacio Loyola Vera, del Partido Acción Nacional, sometió en abril pasado a consideración del Pleno de la Cámara de Diputados una iniciativa con proyecto de decreto para expedir una ley para la regulación ética de esta tecnología.
El legislador consideró que es necesario contar con un marco legal y ético para el desarrollo, implementación y utilización de esta tecnología. De ahí que la propuesta considere la creación de un Consejo Mexicano de Ética para la Inteligencia Artificial y la Robótica como organismo público descentralizado, así como una Red Nacional de Estadística de Uso y Monitoreo de la Inteligencia Artificial y la Robótica, entre otras medidas.
De momento, dicha iniciativa todavía se encuentra en comisiones y no se tiene una fecha para que sea analiza a profundidad.
Lo cierto es que la mayoría de los países no cuenta con regulación que hagan frente a esta nueva tendencia y apenas se están generando algunos precedentes.
Por ejemplo, la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos decidió no otorgar la protección de copyright al contenido generado en Midjourney.
Para Ana Rumualdo, directora del Área de Tecnologías Digitales en Hogan Lovells México, la mejor forma de reducir el impacto del uso de la inteligencia artificial en la creación de imágenes o videos es la educación.
“Lo que se necesita es saber cómo ocupar las herramientas, esto más que ética es educación de los usuarios”, recomendó.
En particular porque considera que todavía faltan muchos años para que México u otros países tengan regulaciones robustas sobre inteligencia artificial.
Para contrarrestar impacto negativo de la IA:
Empresas como Strike recomiendan crear campañas de concientización sobre los deepfakes y cómo es que la inteligencia artificial puede ser utilizada con el objetivo de engañar.
También se le puede enseñar a las personas a cómo detectar cuando una imagen o video pueden ser falsos, por ejemplo, imágenes mal enfocadas alrededor del rostro; parpadeo inusual o falta de éste; reflejo de la luz en los ojos; inconsistencias en detalles como el movimiento del cabello o errores en cuanto al desenfoque del fondo.
Se pueden desarrollar plataformas para detectar de manera automatizada este tipo de imágenes o videos falsos, ya que son capaces de identificar con precisión el origen de los archivos.