Los astronautas de Boeing, Butch Willmore y Suni Williams, hicieron historia al convertirse en los primeros pilotos de la cápsula Starliner. Sin embargo, su regreso a la Tierra se ha retrasado debido a problemas de seguridad, lo que prolongará su estadía en el espacio. Aunque la situación no es mortal, la prolongada exposición al entorno espacial podría tener efectos significativos en sus cuerpos.
La experiencia espacial ha mostrado efectos adversos en la salud de los astronautas, como aumento del riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y cataratas debido a la radiación. La falta de gravedad también causa pérdida de densidad ósea, debilidad muscular y riesgo de cálculos renales. Aunque se implementan ejercicios y suplementos para mitigar estos problemas, la salud de los astronautas sigue viéndose afectada negativamente.
Otros problemas menos comunes incluyen la alteración de la visión, conocida como Síndrome Neuro-Ocular Asociado al Espacio (SANS), y el debilitamiento del corazón debido a la falta de gravedad. Estos efectos son motivo de preocupación y estudio, especialmente para futuras misiones a la Luna y Marte. La dieta especial de los astronautas también juega un papel crucial, ayudando a mitigar la pérdida de peso y otros problemas relacionados con la gravedad. Los astronautas a bordo del Starliner podrían no regresar a la Tierra hasta febrero de 2025, prolongando aún más su exposición a estos desafíos.