La decisión de la Feria Estatal de Texas de prohibir las armas de fuego en sus terrenos ha generado una ola de críticas por parte de los republicanos de la Cámara de Representantes de Texas. La medida, que entra en vigor el 27 de septiembre, es una respuesta al tiroteo del año pasado que dejó tres heridos.
"La Feria Estatal de Texas afirma ser una 'celebración de todo lo que es Texas', pero esta nueva política no es nada más que una celebración de Texas", se lee en una petición firmada por 71 legisladores estatales y nominados republicanos a la Cámara de Representantes.
En la petición, se argumenta que la prohibición de armas convierte a la feria en una "zona libre de armas", lo que la convierte en un "imán para el crimen" porque "las zonas libres de armas atraen a quienes buscan hacer el mal".
Sus acciones plantean interrogantes sobre la necesidad de legislación en la próxima sesión para proteger aún más estos derechos en terrenos administrados por el público, escribieron los legisladores
Chris McNutt, presidente de Texas Gun Rights, expresó en un comunicado: "Las zonas libres de armas no funcionan. Este es otro intento de sentirse bien que no logra absolutamente nada por la seguridad".
Cameron Turner, de 22 años, fue arrestado en relación con el tiroteo del año pasado. Fue acusado de tres cargos de agresión agravada con un arma mortal y un cargo de portación ilegal de armas en un lugar prohibido.
La Feria Estatal de Texas ha implementado medidas de seguridad adicionales, como cámaras en las entradas y la prohibición de bolsos grandes. Sin embargo, la controversia sobre la prohibición de armas continúa.