La crisis de vivienda no se limita a un número creciente de personas sin hogar, es una "crisis masiva" con múltiples dimensiones, según Balakrishnan Rajagopal, relator especial de la ONU sobre vivienda adecuada.
Rajagopal explica que, aunque plataformas como Airbnb y Booking pueden empeorar la situación al retirar viviendas del mercado, la raíz del problema radica en la falta de control sobre el precio del suelo y la escasez perpetua de viviendas asequibles: "En San Diego, California, más del 70% del suelo se vende a particulares", dijo.
Mientras hablamos de inteligencia artificial, de asentarnos en Marte y otras ideas inalcanzables, olvidamos que gran parte de la humanidad carece de acceso a cosas básicas como la vivienda, expresó Balakrishnan Rajagopal
Comparando con ciudades como Viena o Singapur, que ofrecen vivienda a todos sin importar su ingreso, Rajagopal destaca la importancia de la intervención estatal en el mercado inmobiliario, controlando el precio del suelo y promoviendo modelos de vivienda cooperativa: "En Singapur el Estado controla el suelo y más del 85% de las casas están arrendadas a largo plazo; no son propiedad privada".
La crisis de vivienda afecta de manera desproporcionada a las minorías, a personas de color, mujeres y niños, y la falta de soluciones efectivas se traduce en un problema social cada vez más complejo. Rajagopal advierte sobre la creciente criminalización de las personas sin hogar y la estigmatización de los migrantes como chivos expiatorios.
Es importante considerar el derecho a la vivienda como un derecho humano y no como una mercancía en el mercado, y promover políticas que protejan a los inquilinos de los desalojos.En los Países Bajos, algunos de los partidos políticos culpan por esa crisis a los migrantes, en particular a los no occidentales, algo inexacto e injusto, comentó Balakrishnan Rajagopal
Brasil, a pesar de no haber logrado garantizar la plena protección del derecho a una vivienda adecuada, ofrece ejemplos de cómo se pueden regulamentar el mercado inmobiliario y redistribuir la tierra para mejorar la situación.