El caso del camión en San Antonio, Texas, en el que murieron 53 migrantes, continúa expandiéndose. La justicia estadounidense ha dado un nuevo paso al acusar a Rigoberto 'N', un ciudadano guatemalteco, de seis cargos de tráfico de personas que resultaron en muerte o lesiones graves. Se cree que Mirando Orozco tuvo un papel crucial en la coordinación de la operación que terminó en la tragedia.
Las autoridades estadounidenses señalan que Rigoberto 'N' podría estar relacionado con cuatro de los migrantes que viajaban en el camión, tres de los cuales murieron. El caso, que se ha convertido en el intento de contrabando más letal en la frontera entre Estados Unidos y México, ha derivado en la detención de más de una docena de personas.
La investigación ha traspasado las fronteras y ha llegado a Centroamérica. Las autoridades guatemaltecas, tras 13 redadas en tres departamentos del país, detuvieron a siete personas acusadas de ayudar al contrabando de migrantes, incluyendo a Riboberto 'N'. El ministro del Interior, Francisco Jiménez, confirmó a la agencia de noticias The Associated Press que la extradición del presunto líder del grupo a Estados Unidos ha sido solicitada.
Las autoridades guatemaltecas también confiscaron vehículos y dinero en efectivo, y rescataron a otros migrantes durante los operativos. "Este es un esfuerzo colaborativo entre la Policía de Guatemala y Seguridad Nacional, además de otras agencias nacionales, para desmantelar las estructuras de trata de personas, uno de los objetivos estratégicos del gobierno del presidente Bernardo Arévalo para enfrentar el fenómeno de la migración irregular", explicó Jiménez.
El caso ha tenido implicaciones para otros presuntos involucrados. Seis personas han sido acusadas previamente, entre ellas Homero Zamorano Jr., quien según las autoridades conducía el camión, y Christian Martínez. Ambos son de Texas y fueron arrestados poco después de que se encontraran los migrantes. Martínez se declaró culpable de los cargos relacionados con el contrabando, mientras que Zamorano se declaró inocente y está a la espera de juicio. En 2023 también fueron detenidos cuatro ciudadanos mexicanos.
Las autoridades aseguran que los hombres sabían que la unidad de aire acondicionado del remolque no funcionaba correctamente y no soplaba aire fresco a los migrantes atrapados dentro durante el sofocante viaje de tres horas desde Laredo, Texas, a San Antonio. Al llegar a San Antonio, 48 migrantes ya estaban muertos. Otros 16 fueron trasladados a hospitales, donde fallecieron cinco más.
Entre las víctimas se encontraban 27 personas de México, 14 de Honduras, siete de Guatemala y dos de El Salvador. Las autoridades alegan que los hombres trabajaban con operaciones de tráfico de personas en Guatemala, Honduras y México, y compartían rutas, guías, escondites, camiones y remolques, algunos de los cuales estaban almacenados en un estacionamiento privado en San Antonio.
Los migrantes pagaban a la organización hasta 15.000 dólares cada uno para que los llevaran al otro lado de la frontera. La tarifa cubría hasta tres intentos de entrar al país. Las autoridades guatemaltecas acusan al grupo de albergar y trasladar a cientos de migrantes a Estados Unidos durante varios años.