La princesa Amalia de Holanda, heredera al trono frisón, ha vuelto a ser noticia por un incidente que ha generado un debate sobre la seguridad de la familia real y la discriminación racial. Mientras disfrutaba de un viaje a Amberes, Bélgica, varios individuos, entre ellos un DJ de radio llamado Serginio Piqué, fueron detenidos a punta de pistola por la policía por sospechas de estar siguiendo el vehículo de la princesa.
El incidente, que se difundió rápidamente en las redes sociales, ha generado controversia por la manera en que se llevó a cabo la detención. Piqué ha declarado que se sintió víctima de un perfil racial, ya que él y sus amigos, todos de color, fueron obligados a arrodillarse en el suelo y posteriormente interrogados por la policía.
“Se te pasan muchas cosas por la cabeza. Empiezas a preguntarte si tal vez hubo perfiles étnicos implicados. Es una sensación que toda persona de color experimenta cuando es detenida injustamente”, expresó Piqué a los medios.
Sin embargo, la policía belga ha aclarado que la detención se basó en la información proporcionada por los servicios de seguridad holandeses. Estos alertaron a las autoridades belgas tras sospechar que el vehículo de Piqué estaba siguiendo a la princesa. La sospecha surgió después de la amenaza de secuestro de la mafia contra la princesa Amalia a principios de año.
Las autoridades holandesas estaban en alerta máxima tras la amenaza de la Mocro Mafia, una banda criminal conocida por su violencia. La princesa, al enterarse del plan, se trasladó a Madrid para estudiar durante más de un año, con la seguridad en mente.
Al parecer, el vehículo de Piqué y el de la princesa Amalia tomaron las mismas rutas desde Ámsterdam hasta Amberes, lo que despertó la sospecha de los servicios de seguridad. La policía belga, tras un interrogatorio de una hora, liberó a los detenidos al descubrir que eran inocentes.
"Las disculpas se han presentado, y eso es lo que yo quería", declaró Piqué, quien ha descartado emprender acciones legales contra la familia real.
La policía belga, por su parte, ha justificado la detención afirmando que la seguridad de la princesa Amalia es de suma importancia.
"Era una situación en la que estaba implicada la princesa heredera, algo que debemos tomarnos en serio. Por tanto, teníamos razones fundadas para llevar a cabo el control de esa manera", declaró un portavoz de la policía belga.
Este incidente, que tuvo un final afortunado, ha planteado interrogantes sobre la protección de la familia real y la necesidad de fortalecer los protocolos de seguridad para evitar situaciones similares en el futuro.