La tragedia se desató en el puente del río Piscataqua, un punto de unión entre Portsmouth, New Hampshire y Kittery, Maine, escenario habitual del tráfico de miles de vehículos diariamente. Un incidente que involucró a la policía, con un desenlace fatídico, dejó un saldo de dos vidas: un hombre, perseguido por la justicia, y un niño de tan solo ocho años.
El incidente, ocurrido en la madrugada del jueves, paralizó el tráfico en el puente, obligando a los conductores a buscar rutas alternativas. Las autoridades investigan los eventos que llevaron al trágico tiroteo, pero se sabe que el hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, era sospechoso de homicidio en New Hampshire.
Según las autoridades, el hombre, tras haber presuntamente matado a una mujer en una casa durante la noche en Troy, New Hampshire, condujo hasta el puente, donde finalmente fue abatido por la policía. El fiscal general John Formella, en un comunicado de prensa, confirmó la muerte del hombre, además de revelar un descubrimiento desgarrador: el cuerpo del niño, también fallecido, se encontró en el vehículo del hombre.
Las circunstancias de la muerte del niño aún no están claras, y las autoridades investigan la situación, manteniendo un hermetismo absoluto sobre el caso.