El autobús, detenido cerca de una gasolinera en la intersección de Western Avenue y 76th Street, fue el escenario del ataque que, según las primeras investigaciones, dejó un segundo pasajero con lesiones menores.
El pánico se apoderó del lugar cuando el autobús fue rodeado por unidades de emergencia, que acudieron al lugar de los hechos tras la llamada de auxilio. Los paramédicos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles se hicieron cargo del hombre, de unos 50 años, y lo trasladaron en camilla hasta una ambulancia para su atención médica.
Mientras tanto, las autoridades de la Policía de Los Ángeles (LAPD) se encargaron de entrevistar a los testigos y rastrear la pista del atacante, que había escapado del lugar. La búsqueda del agresor fue una prioridad para los agentes, quienes implementaron un operativo para encontrarlo y detenerlo.
Un portavoz de la LAPD confirmó posteriormente que el ataque con arma blanca había dejado como saldo un herido de gravedad y otro con lesiones menores, sin revelar más detalles sobre la naturaleza de las lesiones de la segunda víctima.
La Metro, por su parte, emitió un comunicado a KTLA donde expresaba su preocupación por el ataque y confirmó que los dos pasajeros heridos fueron trasladados al hospital, donde se encontraban estables.
El comunicado de la Metro también destacó la labor de los conductores de autobús, quienes a diario se enfrentan a situaciones de riesgo al transportar pasajeros en la ciudad.
En el comunicado, la Metro reiteró su compromiso con la seguridad de los pasajeros y aseguró que la investigación sobre el incidente continúa. Las autoridades instaron a cualquier persona con información sobre el ataque a comunicarse con los detectives de la LAPD, llamando al 800-222-8477 o visitando el sitio web de Crime Stoppers de Los Ángeles.