La detonación, que tuvo lugar en el sótano de una vivienda ubicada en East 37th Street, en Brooklyn en Nueva York, no solo destruyó la casa de dos pisos, sino que también dejó a cuatro personas hospitalizadas, una de ellas con quemaduras graves. "Parecía que la tierra se abriera debajo de mis pies", dijo Paulette Thompson, vecina del lugar, aún conmocionada por el incidente.
Su cámara Ring captó el momento exacto de la explosión, dejando constancia del impacto que generó en la comunidad. Yan Fen, vecina que vivía en la casa contigua, sintió el pánico invadirla cuando la explosión la sacudió. "Corrí a recoger a mi bebé de tres meses", describió Fen, relatando el terror que vivió durante la tragedia.
La casa de Fen quedó irreparablemente dañada, declarada inhabitable por las autoridades. El miedo se apoderó del vecindario, un escenario que difícilmente olvidarán. La hermana de un vecino desplazado por la explosión reflejó el sentir general al decir: "Esto es lo que me hizo llorar en este momento porque hemos tenido muchas reuniones familiares aquí".
La tragedia no solo dejó daños materiales, sino un saldo de heridos. La Cruz Roja Americana se movilizó con rapidez para brindar refugio y apoyo a las familias afectadas, que suman un total de 11 personas, incluyendo a cuatro adultos mayores y un niño.
Mientras los equipos de National Grid trabajaban para cortar el suministro de gas y las autoridades investigaban las causas del incidente, la explosión en Brooklyn nos recuerda la importancia de la seguridad en las instalaciones de gas.