Un joven de 17 años, horas después de celebrar el cumpleaños número 51 de su padre, Fabio Chiarioni, cometió un acto de violencia inimaginable: asesinó a sus padres y a su hermano menor.
Las autoridades italianas fueron notificadas por el propio adolescente, quien en una llamada de emergencia confesó haber matado a su padre. Los agentes encontraron al joven en la calle, en ropa interior, con la espalda ensangrentada y un cuchillo ensangrentado en la mano. En el interior del domicilio, encontraron los cuerpos sin vida de Fabio, de 51 años; Daniela Albano, su esposa de 49; y su hijo de 12 años.
En un inicio, el joven trató de culpar a su padre por la muerte de su madre y su hermano, pero la falta de marcas de defensa en su cuerpo y las contradicciones en su relato llevaron a los investigadores a interrogarlo de nuevo. Durante la segunda ronda de interrogatorios, el joven confesó el escalofriante crimen, asegurando que se sentía como un "cuerpo extraño" en su familia, "oprimido" y que creía que al matarlos se liberaría de esa incomodidad.
El joven relató cómo, alrededor de las 2 de la mañana, tomó un cuchillo de cocina y atacó primero a su hermano menor, asestándole al menos diez puñaladas. Luego, atacó a sus padres, quienes se encontraban en la habitación de su hijo. La investigación reveló que el hermano menor recibió la mayor cantidad de puñaladas.
La noticia conmocionó a la comunidad. Vecinos y amigos de la familia describieron a los Chiarioni como una familia normal, tranquila, próspera y sin problemas conocidos. La alcaldesa de Paderno Dugnano, Anna Varisco, expresó su consternación por lo ocurrido y destacó que la familia no tenía antecedentes con los servicios sociales.
El joven asesino, tras confesar el crimen, fue detenido y puesto a disposición de la justicia. Las autoridades aún no han determinado con exactitud el motivo del triple homicidio. Las investigaciones siguen en curso, y se espera que la información recabada arroje luz sobre los eventos que llevaron a esta tragedia.