Una familia que habitaba en su casa, aterrorizada, llamó al 911 en Orlando, Florida. “Sé que pasó por la ventana de mi hijo”, expresó una persona a los agentes. La escena era caótica: la policía evacuó a niños y adultos, mientras buscaban el origen de los disparos. Su búsqueda los llevó hasta Virginia Avenue, donde encontraron a Alex Kudlack, un hombre de 38 años.
El perpetrador y origen de abrir fuego, se encontraba aparentemente ebrio y disparando a un árbol en su patio trasero. Las imágenes de la cámara corporal de los agentes captan la escena: las balas que atravesaron la cerca del patio de Kudlack, las marcas en el árbol y, sobre todo, la confesión de Kudlack.
“Sí, soy un imbécil”, se escucha decir al hombre en las imágenes, mientras es interrogado.
Afortunadamente, nadie resultó herido en el incidente, pero Kudlack enfrenta graves cargos: un delito por disparar a una vivienda, otro por usar un arma de fuego bajo los efectos del alcohol, dos por poner en peligro a menores y uno por daños criminales.
Este caso, aunque afortunadamente sin víctimas, pone de manifiesto la irresponsabilidad que se esconde detrás de la combinación de alcohol y armas de fuego. Un acto que pudo haber terminado en tragedia, pero que afortunadamente, no pasó a mayores.