Según la fiscalía, el hogar de la familia Pélicot, ubicado en Mazan, se convirtió en el escenario de múltiples crímenes durante casi una década. Se alega que Dominique Pélicot utilizó una plataforma en línea para contactar a los presuntos agresores, quienes habrían participado en actos delictivos sin el conocimiento de la víctima.
La investigación ha identificado a 51 hombres que están siendo procesados junto a Pélicot, quien anteriormente trabajaba para la compañía energética francesa EDF. Según los informes, se han documentado 92 incidentes de violación, con pruebas que incluyen videos almacenados en dispositivos digitales.
Durante la primera audiencia, el juez presidente, Roger Arata, anunció que el juicio se llevará a cabo de manera pública, en cumplimiento del deseo de la víctima. El abogado de la Sra. Pélicot, Antoine Camus, señaló que este proceso será un reto emocional para su cliente, ya que deberá revivir los dolorosos eventos durante el juicio.
El caso ha conmocionado a la comunidad local, que describía a la pareja como personas respetables y amables. Sin embargo, las investigaciones sugieren una realidad profundamente perturbadora detrás de esta fachada.
Este juicio ha captado la atención tanto en Francia como a nivel internacional, subrayando la importancia de la justicia en casos de delitos graves y la valentía de las víctimas que buscan que sus agresores sean llevados ante la ley.