Este movimiento, el primer recorte desde 2020, llega en respuesta a datos recientes que muestran una caída en la inflación y un desaceleramiento en la creación de empleo.
La Reserva Federal (Fed) ha estado subiendo las tasas de interés durante el último año para combatir la inflación, pero ahora ha reconocido que la economía necesita un impulso. Las tasas de interés más bajas están diseñadas para estimular la economía y fomentar el empleo. Este cambio de rumbo ha sido recibido con entusiasmo en el mercado financiero, con el índice Dow Jones subiendo 200 puntos y el S&P 500 y el Nasdaq también registrando incrementos.
Los recortes de tasas generalmente hacen que los préstamos sean más accesibles, ya que las hipotecas, las tarjetas de crédito y otros tipos de crédito se vuelven más asequibles. Sin embargo, expertos como Elizabeth Renter de NerdWallet advierten que no se debe esperar un alivio inmediato, aunque el cambio podría ofrecer un rayo de esperanza para los consumidores y los empresarios.
La inflación ha disminuido considerablemente desde su pico del 9% en 2022, aunque aún se sitúa ligeramente por encima del objetivo del 2% de la Fed. Al mismo tiempo, el mercado laboral ha mostrado signos de debilidad, con reportes de empleo por debajo de lo esperado en los últimos meses, lo que ha generado preocupaciones económicas.
El recorte de tasas se realizó menos de 50 días antes de las elecciones de noviembre, lo que representa una desviación de la política habitual de la Fed, que tiende a mantener las tasas sin cambios durante meses previos a las elecciones presidenciales. A pesar de esto, la Fed sostiene que sus decisiones se fundamentan en las condiciones económicas, y Powell reiteró que no consideran factores políticos en su toma de decisiones.