La investigación, que salió a la luz el sábado durante un evento de campaña de Robert F. Kennedy Jr para Donald Trump en Phoenix, Arizona, se centra en la supuesta extracción de la cabeza de una ballena muerta y su traslado a casa.
La historia salió a la luz gracias a una entrevista de 2012 con la revista 'Town and Country', en la que Kathleen Kennedy, hija de Robert F. Kennedy Jr., relató la historia. Kathleen, que tenía 6 años en ese momento, describió cómo su padre cortó la cabeza de la ballena con una motosierra y la ató al techo de su minivan para un viaje de cinco horas a casa. La experiencia, según Kathleen, incluyó "jugo de ballena" que se derramaba por las ventanas del auto y el uso de bolsas de plástico con agujeros para respirar.
El Servicio Nacional de Pesca Marítima, parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), confirmó la investigación el lunes, pero se negó a proporcionar detalles. La agencia es responsable de hacer cumplir las leyes federales, incluyendo la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Kennedy, al hablar con la multitud en Glendale, Arizona, confirmó que recibió una carta sobre la investigación, pero argumentó que el plazo para presentar cargos había pasado hace mucho tiempo. Sin confirmar ni negar el incidente, Kennedy insinuó que la investigación podría estar relacionada con su apoyo a Trump.
Las acusaciones de la investigación han generado debate y controversia. Mientras que algunos cuestionan las acciones de Kennedy y su posible impacto ambiental, otros lo consideran un caso de "chismes" por parte de los medios.
Este no es el primer incidente que involucra a Kennedy y un animal muerto. El mes pasado, Kennedy admitió haber recuperado un oso muerto por un motorista y haberlo dejado en Central Park, Nueva York, con una bicicleta encima. El incidente, que ocurrió hace una década, se convirtió en un misterio que cautivó a la ciudad.