La decisión fue tomada por la Comisión Costera de California debido a la acumulación de "desechos humanos" en el sitio, según el informe del New York Post.
La playa, que se encuentra a cuatro horas de San Francisco, era un popular destino para acampar, especialmente por su carácter gratuito. Sin embargo, el aumento del número de visitantes, la falta de recursos para la supervisión del Servicio Forestal de Estados Unidos y la ausencia de instalaciones básicas como botes de basura, baños y fogones, llevaron a una notable degradación del sitio.
El deterioro del paisaje natural de la playa también impactó a los animales en peligro de extinción que habitan la región, modificando su hábitat. La Comisión Costera decidió tomar medidas para proteger el ecosistema y evitar que la situación empeorara.
Aunque la prohibición del campamento nocturno se aplicará por los próximos dos años, el acceso a la playa durante el día seguirá permitido. Además, el Servicio Forestal de Estados Unidos está trabajando en un plan para permitir un acampe seguro una vez que la prohibición concluya.