Después de las tormentas tropicales Alberto y Beryl en Texas, los incendios en California y las olas de calor extremo en todo el país, ahora son las lluvias torrenciales y los tornados los que ponen en jaque al estado.
Las fuertes precipitaciones de los últimos días han desbordado embalses, inundado calles y dejado sin luz a miles de personas. En Nashville, la tercera área metropolitana del país, cientos de residentes fueron evacuados este martes debido al desbordamiento de una presa.
Los efectos son increíblemente peligrosos en este momento, señaló Alex Haglund, vocero de la Agencia de Manejo de Emergencias del condado de Washington, a la agencia AP.
Aunque no se reportaron heridos, algunos vecinos tuvieron que ser rescatados de sus casas porque el agua les llegaba hasta la cintura. Otros 3.000 residentes de Nashville no se vieron afectados por las inundaciones, pero sí por el cierre de calles y la interrupción del servicio eléctrico.
Las lluvias también afectaron a otras zonas del medio oeste, dejando árboles caídos en carreteras y provocando cortes de energía en Ohio y Pensilvania. En Joliet, al suroeste de Chicago, las autoridades reportaron múltiples bloqueos viales. En Indiana, una mujer de 44 años murió cuando un tronco se precipitó sobre su vivienda.
El Servicio Meteorológico Nacional reportó que solo el lunes se registraron entre 5 y 7 pulgadas de lluvia en el área de Chicago. Más de 230.000 clientes se quedaron sin luz en la zona, aunque al momento de este reporte, solo 50.000 siguen sin servicio. El Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago canceló 81 vuelos el martes, mientras que el Aeropuerto Internacional Midway canceló ocho.