La marea de tormenta provocada por el ciclón dejó una huella imborrable en la zona, con metros de arena acumulados en las calles, negocios y hogares. Helene, aunque se movió lejos de la costa central y sur de Florida, su extenso campo de viento, de más de 500 km, generó una marea de tormenta que azotó el litoral. La sobreelevación del nivel del mar en la costa del Big Bend llegó a los 5 metros, mientras que en el condado Pinellas, en el área de la bahía de Tampa, algunas playas registraron una sobreelevación de más de 2 metros.
En Treasure Island y St. Pete Beach, por ejemplo, la arena se acumuló en montículos imponentes, sepultando casas y automóviles. Escenas similares se repitieron en los condados de Manatee y Sarasota, en el lado sur de la bahía de Tampa.
El sheriff del condado de Pinellas confirmó la muerte de nueve personas en las islas frente a la costa, aparentemente ahogadas. Estas islas, que se encontraban bajo evacuación obligatoria durante el paso de Helene, actúan como una barrera natural que protege la costa continental de la erosión provocada por el fuerte oleaje de los ciclones tropicales.
Sunset Way on St. Pete Beach #HurricaneHelene @BN9 @bn9weather pic.twitter.com/vie9jE06xj
— Cait McVey (@CaitMcVey) October 3, 2024
Las islas barrera, como las que se encuentran frente a la costa del condado Pinellas, son de origen natural y constituyen un cordón paralelo a la costa continental. Sus dunas y pastos absorben la energía de las olas, evitando que lleguen con fuerza al continente.