Ernesto Tagle, un niño de 5 años, perdió el conocimiento, dejó de respirar y sufrió convulsiones tan solo 20 segundos después de abordar la atracción. El pánico se apoderó de sus padres, quienes reportaron el incidente al personal del parque. Afortunadamente, la rápida acción de los padres, junto con la ayuda de una enfermera y un bombero que se encontraban en el lugar, lograron salvar la vida del pequeño.
La familia, considerada asidua visitante del parque, nunca había vivido una experiencia similar. El personal de Disney acudió rápidamente al sitio para brindar asistencia con un desfibrilador externo automático (DEA), herramienta crucial para estabilizar al niño.
Posteriormente, Ernesto fue trasladado de emergencia en helicóptero a un hospital en Tampa. Allí, tras una serie de exámenes, los médicos determinaron que el niño sufría de taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica (CPVT), una enfermedad genética rara que provoca taquicardias que pueden desencadenar palpitaciones, desmayos e incluso paro cardíaco.
Como medida preventiva, el pequeño Ernesto recibió un desfibrilador interno para evitar futuros episodios cardíacos. Afortunadamente, el niño se recupera favorablemente y ya se encuentra en casa sin ningún tipo de problema.