Un Ford Edge avanza por el carril derecho, sin sospechar que un perro policía acecha en las sombras. Un simple control de tráfico se convierte en una batalla contra el tráfico ilegal de drogas. El protagonista: Andres Daniel N, un hombre de 30 años proveniente de Washougal, Washington, que llevaba en su vehículo una carga inesperada: $500,000 dólares en fentanilo.
Todo comenzó cuando un oficial de la Patrulla de Carreteras de California (CHP) detuvo al Ford Edge por la falta de licencia del conductor. Durante la revisión del vehículo, el perro policía de la CHP, entrenado para detectar narcóticos, reaccionó con vehemencia ante un olor sospechoso. Los oficiales encontraron dos paquetes de fentanilo escondidos en un contenedor de refrigeración, y tres más camuflados dentro de paquetes de carne asada en un refrigerador separado. En total, se incautaron 11 libras de fentanilo.
La astucia del contrabandista no fue suficiente para evadir la mirada experta del perro policía y la perspicacia de los oficiales. El fentanilo, una droga extremadamente potente y peligrosa, estaba listo para inundar las calles, pero el trabajo coordinado entre los agentes de la CHP y su compañero canino evitó un desastre. El arresto de Andres Daniel N fue el resultado de una operación eficaz que demuestra la importancia de las unidades caninas en la lucha contra el tráfico de drogas.