Estas falsificaciones digitales, cada vez más realistas, podrían influir en el voto de millones de personas. No es una película de ciencia ficción, es la realidad. Videos de candidatos hablando cosas que nunca dijeron, anuncios falsos con mensajes engañosos y llamadas telefónicas que parecen ser de personas reales, pero que no lo son, ya están en circulación.
Tyler Merritt, director de tecnología de UneeQ Digital Humans, advierte sobre esta problemática: "Este es un problema crítico del que la gente debe ser consciente. La tecnología ha llegado a un punto en que podemos generar cosas que no son reales. Por eso, creo que todo el mundo debe aprender a detectar las deepfakes."
Merritt, experto en el uso de CGI, similar al que se usa en películas y videojuegos, señala que la clave para detectar deepfakes radica en los detalles: "Lo más importante que hay que buscar son los detalles que rodean al personaje porque en el rostro, en particular, puede ser muy difícil."
La tecnología avanza a pasos agigantados y la inteligencia artificial está superando nuestra capacidad de comprensión. Para poder discernir la realidad de la ficción, Merritt recomienda estar atentos a estos detalles:
- Discurso que suena demasiado perfecto: Si las palabras suenan demasiado ensayadas o artificiales, puede ser una señal de alerta.
- Imágenes extrañas o borrosas en el fondo: Si el fondo no concuerda con el escenario o se ve borroso, es posible que el video haya sido manipulado.
- El mentón o la boca parecen poco naturales: Si el movimiento del mentón o la boca parece raro o poco natural, podría ser un indicio de una deepfake.
Aunque la tecnología para generar deepfakes es cada vez más sofisticada, Merritt nos recuerda que aún podemos ser consumidores críticos de la información. Es importante no dejarnos llevar por lo que vemos y verificar la información por nosotros mismos.