La falta de energía ha sumido al país en la oscuridad y ha desatado una ola de inquietud y frustración.
Desde el viernes, la mayor parte de Cuba ha estado sin luz. La falla de la planta de energía Antonio Guiteras, la más grande del país, dejó a millones de personas sin electricidad. Y aunque el gobierno ha prometido que el servicio se restablecerá en gran parte del país este lunes por la noche, la incertidumbre y la desesperación se apoderan de los hogares.
“No hemos tenido electricidad durante tres noches y nuestra comida se está pudriendo. Cuatro días sin electricidad es un abuso para los niños”, relata Mary Karla, una residente que no quiso dar su apellido.
Sin electricidad, las familias están cocinando con leña, las neveras no funcionan, y el acceso al agua, que depende de bombas eléctricas, es limitado. Las escuelas y los negocios están cerrados, y la preocupación aumenta por el funcionamiento de los hospitales.
Un apagón sin precedentes: El gobierno cubano afirma que este es el peor apagón que ha experimentado Cuba desde el huracán Ian en 2022. Las autoridades culpan al embargo de Estados Unidos, al aumento de la demanda energética y a la escasez de combustible.
Sin embargo, las críticas a la gestión del gobierno por parte de algunos cubanos señalan la falta de inversión en infraestructura energética y la ineficiencia del sistema eléctrico.
"No es desafío, es ruina energética como componente de la fallida planificación centralizada impuesta desde el poder político", comentó el economista Pedro Monreal en sus redes sociales.
Mientras los cubanos enfrentan el apagón más extenso en años, también se enfrentan a la incertidumbre de un futuro energético incierto.