Este fin de semana, la ciudad se vio sacudida por dos tiroteos separados que dejaron un saldo de tres muertos y tres heridos en campamentos para personas sin hogar. La policía de Minneapolis está investigando estos incidentes, que parecen ser parte de un aumento de la delincuencia en estas áreas.
Los tiroteos ocurrieron en dos campamentos distintos: uno al sureste del centro de la ciudad y otro a lo largo de las vías del tren, a unos cinco kilómetros de distancia. El primer tiroteo ocurrió el sábado antes de las 4:45 a.m., dejando a tres hombres heridos. Uno de los hombres murió en el hospital, mientras que el estado de los otros dos aún se desconoce. El segundo tiroteo tuvo lugar el domingo a las 2:20 p.m., dejando a dos hombres muertos y una mujer herida.
El jefe de policía de Minneapolis, Brian O'Hara, calificó los tiroteos como "asesinatos a sangre fría" y enfatizó que "toda vida humana importa". El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, también se pronunció sobre los tiroteos, vinculándolos al aumento de la presencia de la droga fentanyl en la ciudad. Frey argumenta que la situación no se debe a la falta de refugios, sino a "los problemas que estamos viendo en términos de delincuencia y violencia relacionados con el fentanyl".
El fentanyl es un opioide sintético que se ha vuelto cada vez más común en los Estados Unidos, y ha sido vinculado a un aumento de las muertes por sobredosis. El medicamento se utiliza a menudo para adulterar otras drogas como la cocaína, lo que puede aumentar el riesgo de sobredosis. La policía de Minneapolis y el alcalde Frey coinciden en que es crucial que las personas sin hogar en la ciudad acepten los recursos disponibles para ayudar a acabar con el ciclo de violencia que se ve exacerbado por las drogas y los problemas de salud mental.
Sin embargo, el concejal de la ciudad de Minneapolis, Jason Chavez, cuestionó la afirmación de Frey de que la violencia está directamente relacionada con el fentanyl. Chavez argumenta que la falta de vivienda es un problema complejo que no puede reducirse a una sola causa. "Estamos viendo personas que son desalojadas de sus viviendas de alquiler y terminan en albergues o en campamentos. Ese no es un problema de fentanyl", dijo Chavez.
La policía de Minneapolis continúa investigando ambos tiroteos y aún no se han hecho arrestos. La ciudad continúa ofreciendo recursos a las personas sin hogar, pero sigue siendo un desafío abordar los problemas complejos que contribuyen a la violencia en la ciudad.