La historia de Pam Babcock, de 35 años, y su novio Kory McFarren, de 37, ha generado polémica y ha puesto en tela de juicio la responsabilidad de ambos en este inusual suceso. Las autoridades fueron alertadas por McFarren en febrero del 2008, quien llamó al sheriff para reportar que algo extraño le sucedía a su novia. Al llegar al domicilio, la policía encontró a Babcock sentada en el inodoro, con los músculos atrofiados debido a la inmovilidad y adherida a la taza. La piel de la mujer había crecido alrededor del inodoro, lo que evidenció su prolongada estancia en ese lugar.
El fiscal de la ciudad de Ness, Craig Crosswhite, ha acusado a McFarren de maltrato de un adulto dependiente, un cargo que según él, se ajusta a la gravedad de la situación. Según las autoridades, Babcock llevaba alrededor de dos años sentada en el inodoro. McFarren aseguraba que le llevaba comida y agua a su pareja, quien aparentemente tenía miedo de salir del baño.
"Ella decía que tal vez mañana saldría", declaró McFarren. "De lo único que me siento culpable es de no haberla ayudado antes".
Los médicos del hospital de Wichita, donde fue trasladada Babcock, informaron que una infección en las piernas de la mujer dañó sus nervios, lo que generó dejarla en una silla de ruedas.