Es un chico como cualquier otro, lleno de energía y pasión por el deporte, pero su historia es diferente. Dos años atrás, la tragedia golpeó a Cooper. Un tiroteo en el desfile de Highland Park lo dejó paralizado, arrancándole la posibilidad de seguir practicando su deporte favorito: el fútbol. La vida, sin embargo, tenía otros planes para él.
Después de un periodo de adaptación a su nueva realidad, Cooper descubrió una nueva pasión: el hockey sobre trineo. "Subir al trineo y deslizarme por el hielo es muy divertido", expresó con una sonrisa. "Todos me recibieron muy bien. Me enseñaron todo... Tuve que aprender a mantener el equilibrio, a moverme y todo eso."
No solo encontró una forma de seguir disfrutando del deporte, sino que también encontró una familia en el equipo de hockey sobre trineo de los Hornets. La organización, compuesta por 30 jugadores de diferentes edades con discapacidades físicas, le brindó un espacio de inclusión y camaradería.
Es el mismo juego, las mismas reglas, pero se juega de forma un poco diferente, explicó el entrenador principal y cofundador, Jim Smith.
Smith y JJ O'Connor fundaron el equipo hace más de 20 años, tras la lesión catastrófica de O'Connor jugando hockey a los 16 años. Ambos entienden el impacto que puede tener la pérdida de un deporte tan importante en la vida de un joven.
El domingo por la noche, los Hornets se enfrentaron al equipo de hockey Highland Park High School Giants en un partido benéfico para recaudar fondos para la organización que le brindó a Cooper su nueva pasión. En un emocionante encuentro, Cooper marcó varios goles, celebrando con entusiasmo cada victoria sobre los Giants.
Cooper nos recuerda que la pasión por el deporte no tiene límites y que la vida siempre nos ofrece nuevas oportunidades para encontrar nuestra felicidad.