Un joven trabajador, Jamil Owais, de 26 años, perdió la vida en un incidente que comenzó por una simple petición de pizza. La tragedia se desató cuando Charles Leggett solicitó una pizza en la tienda. Según el relato de Mohammad Owais, hermano de la víctima, Leggett discutió con el empleado que preparó la pizza, alegando que éste no llevaba guantes. El empleado, que por miedo a represalias prefirió no identificarse, confirmó que es posible que no estuviera usando guantes en ese momento.
La situación se tornó violenta de manera repentina. Los fiscales describieron la secuencia del incidente, basándose en las imágenes de la cámara de seguridad: una discusión en el mostrador escaló rápidamente a un enfrentamiento, y Leggett sacó un arma y le disparó a Jamil Owais en el pecho.
Jamil Owais, quien había llegado a Estados Unidos en 2013, dejó atrás a su esposa e hija pequeña en Palestina. Su familia y amigos lo describen como un hombre trabajador, dedicado a su familia y querido por su comunidad. Su muerte ha conmocionado a la comunidad palestina en Milwaukee.
Leggett enfrenta cargos por homicidio, y de ser declarado culpable, podría pasar hasta 75 años en prisión. La tragedia de Jamil Owais nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la resolución pacífica de conflictos.