La muerte del hombre, ocurrida en febrero de 2020 en Winter Park, Florida, fue un misterio que durante mucho tiempo mantuvo en suspenso a la comunidad.
Sarah Boone, la novia de Jorge, se convirtió en la principal sospechosa. En un juicio que mantuvo a todos al borde de la silla, se reveló que Boone había encerrado a Torres en una maleta, un acto que él mismo había iniciado como parte de un juego de escondite. Lo que comenzó como un juego inocente, se convirtió en un acto de violencia, y la tragedia se instaló en la habitación.
Mientras Torres, atrapado en la maleta, pedía desesperadamente que lo dejaran salir, Boone, según las pruebas, se burló de su agonía. La evidencia de video, clave para la acusación, mostraba la crueldad de Boone mientras su novio intentaba respirar. Las palabras de Boone, "Es tu culpa", y "Sí, eso es lo que haces cuando me estrangulas", fueron el testimonio de la frialdad con la que lo dejó morir.
El viernes pasado, el destino se encargó de hacer justicia. Un jurado declaró a Boone culpable de asesinato en segundo grado. La evidencia presentada fue contundente, el relato de Boone sobre un acto de defensa contra el abuso fue rápidamente descartado.
Ahora, Boone enfrenta la posibilidad de cadena perpetua, un castigo que no podrá borrar la tragedia que causó. El caso de Boone y Torres es un recordatorio de que la línea entre lo inocente y lo peligroso puede ser muy delgada, y que las consecuencias de nuestros actos pueden ser irrevocables.