Sin embargo, en este caso, la pequeña fue encontrada sin vida, lo que ha desatado un sinfín de preguntas y generado una profunda tristeza en la comunidad.
Las autoridades, quienes respondieron al llamado del personal del hospital, descubrieron que el cuerpo del bebé se encontraba envuelto en una manta, aún con la placenta adherida. Según Mónica Kelsey, fundadora de Safe Haven Baby Boxes, el personal del hospital se percató de la situación rápidamente, ya que la caja cuenta con un sistema de alarma que se activa al colocar un bebé en su interior.
La ley de Idaho establece que la entrega de un bebé en una caja Safe Haven solo es legal si el bebé está sano y salvo.
El personal del hospital y la organización Safe Haven Baby Boxes se encuentran trabajando con los investigadores policiales para esclarecer la situación.
La noticia ha conmocionado a la población, que se cuestiona cómo es posible que un bebé haya sido entregado sin vida en una caja de seguridad para bebés, la cual se supone debe ser un lugar seguro para los recién nacidos.
Esta situación ha puesto en el centro del debate la necesidad de educar a la sociedad sobre las opciones que existen para las madres que se encuentran en una situación vulnerable y no pueden o no desean cuidar a sus hijos.