Las autoridades, en una operación de búsqueda y captura sin precedentes, cerraron las escuelas de Putnam Valley como medida de precaución, mientras algunos residentes se vieron obligados a permanecer en sus hogares. La atmósfera de incertidumbre se apoderó de la comunidad, que se preguntaba por la identidad del agresor y el motivo del ataque.
Las horas se volvieron eternas mientras la policía del estado de Nueva York buscaba incansablemente al sospechoso, identificado posteriormente como Fernando Jiménez, de 40 años. Se confirmó que Jiménez conocía a las víctimas y que fue visto por última vez en la zona de Peekskill Hollow Road en Putnam Valley.
Sin embargo, la tranquilidad volvió al vecindario cuando se confirmó la captura de Jiménez, a tan solo 15 minutos de la escena del crimen. La noticia de su detención trajo un alivio palpable a la comunidad, que se encontraba en estado de alerta máxima.
Aunque se ha hecho justicia, la tragedia del tiroteo en Somers dejará una profunda huella en la comunidad. Los detalles sobre las víctimas aún no han sido revelados, y la gravedad de las lesiones de los sobrevivientes sigue siendo un misterio.